jueves, 29 de diciembre de 2016

¿CUANDO COMIENZA A VIVIRSE LA NAVIDAD?

 

Los cristianos de la primera generación, es decir, aquellos que escucharon directamente la predicación de los Apóstoles, conocían bien y meditaban con frecuencia la vida de Jesús. Especialmente los momentos decisivos: su pasión, muerte redentora y resurrección gloriosa.
También recordaban sus milagros, sus parábolas y muchos detalles de su predicación. Era lo que habían oído contar a aquellos que habían seguido al Maestro durante su vida pública, que habían sido testigos directos de todos aquellos acontecimientos.



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Acerca de su infancia sólo conocían algunos detalles que tal vez narrara el propio Jesús o su Madre, aunque la mayor parte de ellos María los conservaba en su corazón
Cuando se escriben los evangelios sólo se deja constancia en ellos de lo más significativo acerca del nacimiento de Jesús. Desde perspectivas diferentes, Mateo y Lucas recuerdan los mismos hechos esenciales: que Jesús nació en Belén de Judá, de la Virgen María, desposada con  José, pero sin que Ella hubiese conocido varón. Además, hacia el final de los relatos sobre la infancia de Jesús, ambos señalan que después fueron a vivir a Nazaret.
Mateo subraya que Jesús es el Mesías descendiente de David, el Salvador en el que se han cumplido las promesas de Dios al antiguo pueblo de Israel. Por eso, como la pertenencia de Jesús al linaje de David viene dada por ser hijo legal de José, Mateo narra los hechos fijándose especialmente en el cometido del Santo Patriarca.
Por su parte,  Lucas, centrándose en la Virgen —que representa también a la humanidad fiel a Dios—, enseña que el Niño que nace en Belén es el Salvador prometido, el Mesías y Señor, que ha venido al mundo para salvar a todos los hombres.
En el siglo II el deseo de saber más sobre el nacimiento de Jesús y su infancia hizo que algunas personas piadosas, pero sin una información histórica precisa, inventaran relatos fantásticos y llenos de imaginación. Se conocen algunos a través de los evangelios apócrifos. Uno de los relatos más desarrollados sobre el nacimiento de Jesús contenido en los apócrifos es el que se presenta en el llamado Protoevangelio de Santiago, según otros manuscritos, Natividad de María, escrito a mediados del siglo II.

En las primeras generaciones de cristianos la fiesta por excelencia era la Pascua, conmemoración de la Resurrección del Señor. Todos sabían bien en qué fechas había sido crucificado Jesús y cuándo había resucitado: en los días centrales de la celebración de la fiesta judía de la Pascua, en torno al día 15 de Nisán, es decir, el día de luna llena del primer mes de primavera.
Sin embargo, posiblemente no conocían con la misma certeza el momento de su nacimiento. No formaba parte de las costumbres de los primeros cristianos la celebración del cumpleaños, y no se había instituido una fiesta particular para conmemorar el cumpleaños de Jesús.

¿POR QUÉ SE CELEBRA EL 25 DE DICIEMBRE?

Hasta el siglo III no tenemos noticias sobre el día del nacimiento de Jesús. Los primeros testimonios de Padres y escritores eclesiásticos señalan diversas fechas. El primer testimonio indirecto de que la natividad de Cristo fuese el 25 de diciembre lo ofrece Sexto Julio Africano el año 221. La primera referencia directa de su celebración es la del calendario litúrgico filocaliano del año 354 (MGH, IX,I, 13-196): VIII kal. Ian. natus Christus in Betleem Iudeae (“el 25 de diciembre nació Cristo en Belén de Judea”). A partir del siglo IV los testimonios de este día como fecha del nacimiento de Cristo son comunes en la tradición occidental, mientras que en la oriental prevalece la fecha del 6 de enero.

Una explicación bastante difundida es que los cristianos optaron por ese día porque, a partir del año 274, el 25 de diciembre se celebraba en Roma el dies natalis Solis invicti, el día del nacimiento del Sol invicto, la victoria de la luz sobre la noche más larga del año.
Esta explicación se apoya en que la liturgia de Navidad y los Padres de la época establecen un paralelismo entre el nacimiento de Jesucristo y expresiones bíblicas como «sol de justicia» (Ma 4,2) y «luz del mundo» (Jn 1,4ss.).
Sin embargo, no hay pruebas de que esto fuera así y parece difícil imaginarse que los cristianos de aquel entonces quisieran adaptar fiestas paganas al calendario litúrgico, especialmente cuando acababan de experimentar la persecución.
Otra explicación más plausible hace depender la fecha del nacimiento de Jesús de la fecha de su encarnación, que a su vez se relacionaba con la fecha de su muerte. En un tratado anónimo sobre solsticios y equinoccios se afirma que “nuestro Señor fue concebido el 8 de las kalendas de Abril en el mes de marzo (25 de marzo), que es el día de la pasión del Señor y de su concepción, pues fue concebido el mismo día que murió” (B. Botte, Les Origenes de la Noël et de l’Epiphanie, Louvain 1932, l. 230-33). En la tradición oriental, apoyándose en otro calendario, la pasión y la encarnación del Señor se celebraban el 6 de abril, fecha que concuerda con la celebración de la Navidad el 6 de enero.

La relación entre pasión y encarnación es una idea que está en consonancia con la mentalidad antigua y medieval, que admiraba la perfección del universo como un todo, donde las grandes intervenciones de Dios estaban vinculadas entre sí.
Se trata de una concepción que también encuentra sus raíces en el judaísmo, donde creación y salvación se relacionaban con el mes de Nisán.
El arte cristiano ha reflejado esta misma idea a lo largo de la historia al pintar en la Anunciación de la Virgen al niño Jesús descendiendo del cielo con una cruz.
Así pues, es posible que los cristianos vincularan la redención obrada por Cristo con su concepción, y ésta determinara la fecha del nacimiento. “Lo más decisivo fue la relación existente entre la creación y la cruz, entre la creación y la concepción de Cristo” (J. Ratzinger, El espíritu de la liturgia, 131).
La difusión de la celebración litúrgica de la Navidad fue rápida. En la segunda mitad del siglo IV se va extendiendo por todo el mundo cristiano: por el norte de Africa (año 360), por Constantinopla (año 380), por España (año 384) o por Antioquía (año 386). En el siglo V la Navidad es una fiesta casi universal.


 Fuente: www.primeroscristianos.com
 
FRANCISCO VARO
Profesor de Sagrada Escritura en la

Facultad Teología de la
Universidad de Navarra



domingo, 4 de diciembre de 2016

Evangelio del Domongo II de Adviento (ciclo A)


Lectura del santo evangelio según san Mateo (3,1-12):

Por aquel tiempo, Juan Bautista se presentó en el desierto de Judea, predicando: «Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos.»
Éste es el que anunció el profeta Isaías, diciendo: «Una voz grita en el desierto: "Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos."»
Juan llevaba un vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y acudía a él toda la gente de Jerusalén, de Judea y del valle del Jordán; confesaban sus pecados; y él los bautizaba en el Jordán.
Al ver que muchos fariseos y saduceos venían a que los bautizará, les dijo: «¡Camada de víboras!, ¿quién os ha enseñado a escapar del castigo inminente? Dad el fruto que pide la conversión. Y no os hagáis ilusiones, pensando: "Abrahán es nuestro padre", pues os digo que Dios es capaz de sacar hijos de Abrahán de estas piedras. Ya toca el hacha la base de los árboles, y el árbol que no da buen fruto será talado y echado al fuego. Yo os bautizo con agua para que os convirtáis; pero el que viene detrás de mí puede más que yo, y no merezco ni llevarle las sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego. Él tiene el bieldo en la mano: aventará su parva, reunirá su trigo en el granero y quemará la paja en una hoguera que no se apaga.»

Palabra del Señor

sábado, 3 de diciembre de 2016

ADVIENTO

Resultado de imagen de qué es el adviento?La palabra latina "adventus" significa “venida”. En el lenguaje cristiano se refiere a la venida de Jesucristo. La liturgia de la Iglesia da el nombre de Adviento a las cuatro semanas que preceden a la Navidad, como una oportunidad para prepararnos en la esperanza y en el arrepentimiento para la llegada del Señor.

El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa penitencia.

El tiempo de Adviento es un período privilegiado para los cristianos ya que nos invita a recordar el pasado, nos impulsa a vivir el presente y a preparar el futuro.

Esta es su triple finalidad:

- Recordar el pasado: Celebrar y contemplar el nacimiento de Jesús en Belén. El Señor ya vino y nació en Belén. Esta fue su venida en la carne, lleno de humildad y pobreza. Vino como uno de nosotros, hombre entre los hombres. Esta fue su primera venida.

- Vivir el presente: Se trata de vivir en el presente de nuestra vida diaria la "presencia de Jesucristo" en nosotros y, por nosotros, en el mundo. Vivir siempre vigilantes, caminando por los caminos del Señor, en la justicia y en el amor.

- Preparar el futuro: Se trata de prepararnos para la Parusía o segunda venida de Jesucristo en la "majestad de su gloria". Entonces vendrá como Señor y como Juez de todas las naciones, y premiará con el Cielo a los que han creido en Él; vivido como hijos fieles del Padre y hermanos buenos de los demás. Esperamos su venida gloriosa que nos traerá la salvación y la vida eterna sin sufrimientos.

En el Evangelio, varias veces nos habla Jesucristo de la Parusía y nos dice que nadie sabe el día ni la hora en la que sucederá. Por esta razón, la Iglesia nos invita en el Adviento a prepararnos para este momento a través de la revisión y la proyección:

Aprovechando este tiempo para pensar en qué tan buenos hemos sido hasta ahora y lo que vamos a hacer para ser mejores que antes. Es importante saber hacer un alto en la vida para reflexionar acerca de nuestra vida espiritual y nuestra relación con Dios y con el prójimo. Todos los días podemos y debemos ser mejores.

En Adviento debemos hacer un plan para que no sólo seamos buenos en Adviento sino siempre. Analizar qué es lo que más trabajo nos cuesta y hacer propósitos para evitar caer de nuevo en lo mismo.


Algo que no debes olvidar

El adviento comprende las cuatro semanas antes de la Navidad.
El adviento es tiempo de preparación, esperanza y arrepentimiento de nuestros pecados para la llegada del Señor.
En el adviento nos preparamos para la navidad y la segunda venida de Cristo al mundo, cuando volverá como Rey de todo el Universo.
Es un tiempo en el que podemos revisar cómo ha sido nuestra vida espiritual, nuestra vida en relación con Dios y convertirnos de nuevo.
Es un tiempo en el que podemos hacer un plan de vida para mejorar como personas.

Cuida tu fe

Esta es una época del año en la que vamos a estar “bombardeados” por la publicidad para comprar todo tipo de cosas, vamos a estar invitados a muchas fiestas. Todo esto puede llegar a hacer que nos olvidemos del verdadero sentido del Adviento. Esforcémonos por vivir este tiempo litúrgico con profundidad, con el sentido cristiano.
De esta forma viviremos la Navidad del Señor ocupados del Señor de la Navidad.

Fuente: http://es.catholic.net/op/articulos/18239/el-adviento-preparacin-para-la-navidad.html


jueves, 7 de julio de 2016

INFORMACIÓN SOBRE SACRAMENTO: MATRIMONIO

Cursillos Prematrimoniales
ALMONTE:



Se dan tres tandas de cursillos prematrimoniales, durante los meses de febrero, junio y octubre. Las fechas de los mismos serán confirmadas en la parroquia.

HUELVA CIUDAD

Requisitos para realizar toma de dicho
1. Toma de dichos 3 meses antes de la fecha de boda.
2. Los novios  tienen que traer:
- Libros de las Familias de sus padres.
- Partidas de Bautismos (sólo si no están bautizados en Almonte con una expedición no mayor a tres (3) meses.
- D. N. I.,
- Certificado del cursillo prematrimonial.
3. Venir con 2 testigos, con D. N. I., que no sean familia de los contrayentes.
4. Abonar una tasa de 30€.

NOTA: A PARTIR DEL 1 DE ENERO DE 2018 SE EXIGIRÁ LA CONFIRMACIÓN TANTO A LOS QUE VAN A CONTRAER MATRIMONIO COMO A LOS PADRINOS:

1065. § 1. «Los católicos aún no confirmados deben recibir el sacramento de la confirmación antes de ser admitidos al matrimonio, si ello es posible sin dificultad grave. § 2. Para que reciban fructuosamente el sacramento del matrimonio, se recomienda encarecidamente que los contrayentes acudan a los sacramentos de la penitencia y de la santísima Eucaristía». [Es decir, que lo reciban en gracia de Dios].

(LAS PAREJAS QUE SON DE OTRA PARROQUIAS O DIÓCESIS, HAN DE TOMARSE DE DICHOS EN SU PARROQUIA DE RESIDENCIA. DESDE ALLÍ SE TRAMITA TODA LA DOCUEMNTACIÓN PARA EL EXPERDIENTE MATRINONIAL.)

Muchos de nosotros estamos casados y tenemos una familia. Y todos sabemos que ese matrimonio y esa familia son los tesoros más grandes que podemos tener. En esta ocasión queremos compartir contigo la importancia del SACRAMENTO DEL MATRIMONIO.
¿QUÉ ES EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO?
Es el sacramento en el que Dios mismo bendice la unión y el amor de un hombre y de una mujer, dentro de la Iglesia. Para un católico, el vivir "en unión libre" sin haber recibido el Sacramento del Matrimonio, es desobedecer la ley de Dios y vivir en pecado mortal.
¿QUIÉN FUNDÓ EL MATRIMONIO?
Dios mismo hizo al hombre y después, viendo que estaba solo, hizo a la mujer.
Cuando la Biblia cuenta como creó Dios el mundo y al hombre dice: "Por eso, dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y se harán una sola carne " (Gn.2-24).
Aquí vemos que Dios siempre pensó en que el hombre y la mujer se unieran, se ayudaran y formaran una pareja. Entonces Dios es quien fundó el matrimonio.
Lo más hermoso que hizo Dios es que creó al hombre y a la mujer distintos de cuerpo y de modo de ser, para que se ayuden y se complementen la una y el otro.
¿POR QUÉ NOS CASAMOS?
Un hombre y una mujer se unen en matrimonio POR AMOR, para buscar el bien de los dos y para tener y educar a los hijos.
Cuando unos novios reciben el SACRAMENTO DEL MATRIMONIO, no sólo son ellos los que se dan un " SI ", sino que también Dios da el "SI " a esta unión. Entonces, es Dios mismo quien bendice ese amor y les da una gracia, o sea, una "ayuda especial " para hacer más perfecto su amor y para que puedan cumplir mejor sus deberes de esposos.

¿CÓMO SE REALIZA EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO?
Cuando vamos a una boda, los esposos dicen las siguientes palabras: "Yo ________ te quiero a tí _________ como mi esposo, y prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, y amarte y respetarte todos los días de mi vida."
Y el otro esposo contesta con las mismas palabras.
Cuando se dicen estas palabras, son los mismos esposos quienes realizan el SACRAMENTO DEL MATRIMONIO.
En este sacramento, el Sacerdote recibe el SI de los esposos en nombre de la Iglesia y bendice el matrimonio.

EL MATRIMONIO TIENE TRES COSAS MUY IMPORTANTES:

1) EL MATRIMONIO ES UNO
Eso significa que una persona se puede casar con una sola persona.
Esto es lo que Dios nos manda, pues si un esposo tuviera varias mujeres o una esposa tuviera varios hombres, faltaría a la ley de Dios.
El amor verdadero es de uno para uno. El amor verdadero es FIEL.
2) EL MATRIMONIO ES INDISOLUBLE
Esta palabra tan rara quiere decir que el matrimonio es algo que no se puede deshacer. Es algo que Dios ha unido y que el hombre no puede desunir.
Es por eso que el DIVORCIO es algo que la Iglesia Católica NO PERMITE. Cristo mismo nos dice en el evangelio: “Y yo os digo: quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquella, y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio”. (Mc 10, 11-12).
Lo que es muy importante es que cada uno CUIDE SU AMOR de esposo. El matrimonio es como una planta a la que hay que regar cada día para que esté bonita y crezca. Si se deja de regar se marchita y muere.
Con el amor pasa igual: hay que alimentarlo con detalles, con cariño, con esfuerzo, y muchas veces con sacrificio, entrega y generosidad. Cuando uno ama y se siente amado de verdad, es mucho más fácil ser FELIZ. Vale la pena.

3) EL MATRIMONIO ESTÁ ABIERTO A LA FECUNDIDAD
Esto quiere decir que los esposos deben estar abiertos a la vida.
El matrimonio es el medio que Dios ha dado al hombre para que COOPERE con El en dar la vida, pero Dios es quien la da y es el único que puede quitarla.
Es por esto que la Iglesia Católica PROHÍBE EL ABORTO y nos enseña que podemos planificar la familia con métodos naturales.

 10 BUENAS IDEAS PARA TU MATRIMONIO
1) Acuérdate que te casas para hacer feliz a la persona que amas, más que para ser feliz tú mismo.
2) Trata a tu esposo o esposa con cariño, con buenos modos.
3) (Aunque ya lo sepas), dile que lo quieres.
4) Trata de dialogar sobre ustedes; es mejor arreglar las diferencias hablando que guardarse las cosas. ¡Hablando se entiende la gente! Si estás enfadado, cuida lo que dices. ¡Nunca ofendas o humilles al otro!
5) Cuida siempre ser fiel a tu esposo o esposa, no te pongas cerca de las tentaciones.
6) Respeta y ama a tu compañero/a como es, no quieras que sea exactamente como tú quieres que sea.
7) Ayuda a tu esposo o esposa a superarse, el amor no es egoísta, busca el bien de la otra persona.
8) Acuérdate que el amor se demuestra con detalles. Los detalles le dicen al otro: “Eres importante para mí”.
9) En el matrimonio, muchas veces hay que pedir perdón y muchas veces hay que perdonar.
10) Recuerden siempre que Dios está en el matrimonio. Recen juntos y pídanle todos los días, que Él les haga crecer en el AMOR.
                                                                                                                      


NORMAS PARROQUIALES 
PARA LA CELEBRACIÓN DE BODAS

Preparación de la ceremonia:
Acudir con bastante antelación en el despacho parroquial, según de horario de despacho, para preparar la ceremonia de la Boda.
Si es posible, traer una idea de las Lecturas que quiere que se lean en su Boda.
Si el Sacerdote no es ninguno de los presentes en la Parroquia, éstos prepararán igualmente la ceremonia en la Sacristía. Deben regirse por las normas de la misma.



Lecturas:

Las Lecturas de libre elección están formada por una PRIMERA LECTURA, SALMO Y EVANGELIO, deben ser escogidas del RITUAL DEL MATRIMONIO y bajo la orientación del Sacerdote o la persona encargada de ello.
En el caso de que hubieran lectores para las Lecturas, preces o moniciones, deberán ser el menor número posible, en total 4, en este orden:
* Uno, para la Monición de Entrada (si lo hubiera), ésta debe comunicarse a la hora de prepararse y ser enseñada al Sacerdote.
* Uno, para la Lectura escogida (éste también, si quiere puede leer el Salmo).
* Uno, para el Salmo.
* Y el último, para las Preces, Oraciones de fieles o  Peticiones.
* Si hay Acción de Gracias, se recomienda que sea el mismo de la Monición de Entrada o el padre de uno de ellos.


El adorno floral tendrá que ser consultado con bastante antelación con el Sacerdote o la persona encargada a tal efecto.
Aquellas parejas que deseen animar la Celebración con la intervención de coro, deberán  consultarlo, con bastante antelación, con el Sacerdote.
Los cantos deben ser litúrgicos y propios de la celebración.

QUEDA PROHIBIDO LANZAR ARROZ O CUALQUIER OTRO ELEMENTO DENTRO DEL  TEMPLO PARROQUIAL.


SE EXIGE LA MÁXIMA PUNTUALIDAD, sobre todo cuando  se celebren con posterioridad cultos de algún grupo parroquial o de Hermandades.

Para aclarar cualquier duda, diríjase a la Sacristía media hora antes la  Misa.

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INFORMACIÓN SOBRE SACRAMENTO: BAUTISMO

¿Que es el bautismo? 


Todos queremos, como humanos, amar y ser amados. Y ser cristiano, no significa otra cosa que practicar el mandamiento del amor: “Amaos los unos a los otros como Yo os he amado”. El amor auténtico nunca ha sido un mal para nadie.
Que un niño goce del amor de sus padres ya desde la concepción, no es ningún condicionamiento negativo sobre la libertad y voluntad del niño. Más aún, es lo más hermoso que un niño puede poseer: el amor y afecto de sus padres.
El bautismo es la puerta del encuentro con Cristo, el fundamento de toda la vida cristiana y la incorporación al pueblo de Dios, la Iglesia. Contiene en germen toda la acción santificadora de la gracia de Dios, que se irá desarrollando a lo largo de toda su vida. El hombre que hoy se bautiza como niño, llegará con la ayuda de la Iglesia, a responder conscientemente a la gracia que ha recibido. Necesitará de sus padres y de la misma Iglesia, pues son quienes han proclamado la fe en nombre el niño y se han hecho garantía de la educación y del desarrollo de su fe. 

Efectos del bautismo
  • Borra el pecado original. El bautismo perdona y destruye el pecado original con el que todos nacemos; cuando el que se bautiza es adulto, borra también los pecados personales así como la pena por ellos debida, y si el recién bautizado muriese, iría directamente al cielo.
  • Infunde la gracia santificante. Por el sacramento del bautismo Dios infunde en el alma la gracia santificante -que es una participación de la naturaleza divina-, junto con las virtudes teologales y los dones del Espíritu Santo. Con estos dones el alma se hace dócil y pronta a los impulsos del Espíritu Santo. Por la gracia, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo establecen su morada en el alma, que es templo del Espíritu Santo.
  • Confiere carácter sacramental. El otro efecto del bautismo es el carácter, cierta señal espiritual e indeleble, que explica que este sacramento sólo se pueda recibir una vez. El carácter bautismal configura a Cristo, da una participación de su sacerdocio, capacita para continuar en el mundo su misión como fieles discípulos suyos, y nos distingue de los infieles.
  • Incorpora a Jesucristo. Tanto la gracia como el carácter son efectos sobrenaturales del Bautismo, que nos unen a Cristo como se unen los miembros con la cabeza. Cristo es nuestra Cabeza y el carácter nos vincula a Él para siempre, mientras que la gracia nos hace miembros vivos.
  • Incorpora a la Iglesia. Por el bautismo nos convertimos en miembros de la Iglesia, con derecho a participar en la Sagrada Eucaristía y a recibir los demás sacramentos; sin estar bautizado no se puede recibir ningún otro sacramento. La Iglesia es el Cuerpo Místico de Cristo, y el bautismo nos incorpora a Cristo, que es la Cabeza, y a su Cuerpo, que es la Iglesia.  
*DATOS NECESARIOS PARA APUNTAR EL NIÑO PARA EL BAUTISMO:
- Nombre y apellidos del niño/a.
- Fecha y lugar de nacimiento del niño/a.
- Nombre y apellidos de los padres.
- Año y lugar de la Boda de los padres.
- Domicilio.
- Abuelos paternos y maternos: Nombres, apellidos y lugar de nacimiento de ambos.
- Padrinos: Nombres, apellidos, lugar de nacimiento y estado civil de ambos. (Ver normas para poder ser Padrinos).

*PREPARACIÓN DEL BAUTISMO:
- Los padres y padrinos asistirán a dos charlas para la preparación de la recepción del sacramento. Se le informa sobre de charla en la parroquia.

*PARA EL BAUTIZO HAY QUE TRAER:

- La vestidura blanca - un paño blanco para cubrir la cabeza del niño/a (o pañuelo blanco).
- Una vela de Bautismo la proporciona la parroquia o el santuario.
En el Bautismo, el Nombre del Señor santifica al hombre y el cristiano recibe su nombre en la Iglesia. Puede ser el nombre de un Santo, es decir de un discípulo que vivió una vida ejemplar de fidelidad a Dios. Al ser puesto bajo el patrocinio de un Santo, se ofrece al cristiano un modelo de vida y se garantiza su intercesión.
"Procuren pues los padres, padrinos y el párroco que no se imponga un nombre ajeno al sentir cristiano" (CIC 855).

Se da en algunos ambientes la costumbre de escoger para los hijos nombres inspirados en telenovelas, artistas, deportistas, o bien nombres extranjeros imitando a otras culturas, renegando de nuestra identidad y de nuestra historia.  

Actualmente, la norma aplicable es el canon 857:
§ 2: Como norma general, el adulto debe bautizarse en la iglesia parroquial propia, y el niño en la iglesia parroquial de sus padres, a no ser que una causa justa aconseje otra cosa.
Si quieres bautizar a tu bebé en otra parroquia que no sea la tuya debes pedir una autorización al párroco.

Requisitos para ser padrino de Bautismo:

Dentro de las normas establecidas por el Derecho Canónico para ser padrino de Bautismo, añadimos las propias de nuestra comunidad que están vigentes en la Diócesis de Huelva, a saber:
Canon 872. En la medida de lo posible, a quien va a recibir el Bautismo, se le ha de dar un padrino, cuya función es asistir en su iniciación cristiana al adulto que se bautiza, y, juntamente con los padres, presentar al niño que va a recibir el Bautismo y procurar que después lleve una vida cristiana congruente con el Bautismo y cumpla fielmente las obligaciones inherentes al mismo.
Canon 873. Téngase un solo padrino o una sola madrina, o uno y una.
Por su parte, el canon 874 establece los requisitos para ser admitido como padrino:
§ 1: haya sido elegido por quien va a bautizarse o por sus padres o por quienes ocupan su lugar o, faltando éstos, por el párroco o ministro; y que tenga capacidad para esta misión e intención de desempeñarla;
§ 2: haya cumplido dieciséis años, a no ser que el Obispo diocesano establezca otra edad (EN EL SANTUARIO PEDIMOS QUE SE AN MAYORES DE EDAD - 18 años), o que, por justa causa, el párroco o el ministro consideren admisible una excepción;
§ 3: sea católico, ESTÉCONFIRMADO, haya recibido ya el Sacramento de la Eucaristía y lleve, al mismo tiempo, una vida congruente con la fe y con la misión que va a asumir;
§ 4: no esté afectado por una pena canónica, (situaciones irregulares por ejemplo quienes viven  en unión de hecho, el católico unido sólo civilmente o quien se ha divorciado y casado de nuevo)

§ 5: no sea el padre o la madre de quien se ha de bautizar.
El bautizado que pertenece a una comunidad eclesial no católica sólo puede ser admitido juto con un padrino católico, y exclusivamente en calidad de testigo del bautismo. 
El párroco o el ministro no pueden establecer otros requisitos distintos de los previstos por el derecho de la Iglesia, ni tampoco rechazar a una persona que cumple los requisitos. Pero a la vez les compete la obligación de rechazar a las personas que no cumplen con los requisitos previstos, por el bien del bautizando. Esto es especialmente importante en el caso del requisito 
3º. Ningún padre -o ningún bautizando adulto- se debe extrañar si el párroco rechaza un padrino que lleva un estilo de vida incompatible con las enseñanzas de la Iglesia Católica, pues es obligación del párroco actuar así.

La celebración del bautismo:
Todos los ritos sacramentales que celebra la Iglesia están llenos de profunda enseñanza y la persona que participa atentamente en ellos, descubre con facilidad el sentido y la gracia significada y producida por el mismo rito sagrado. En el Bautismo, cada paso de la celebración nos revela la riqueza del Sacramento y lo que realiza en el nuevo bautizado:
La Señal de la Cruz, al principio de la celebración, señala ya desde el comienzo, el sello de Cristo sobre el que le va a pertenecer y la gracia de la redención que Cristo nos ha adquirido por su Cruz. Todo lo que el cristiano hace, puede y debe hacerse en honor de la Santísima Trinidad, amparados por la Cruz de nuestro Salvador.
Las Lecturas Bíblicas iluminan con la verdad revelada, a los candidatos y a la asamblea y suscitan la respuesta de Fe, inseparable del Bautismo. En efecto, es por la Fe que entramos a la vida Sacramental, a la vida de Gracia. 
Exorcismo y Unción Prebautismal. El Bautismo significa la liberación del pecado y de su instigador, el demonio y por eso incluye un exorcismo pidiendo a Dios que el niño sea liberado del dominio de Satanás y pueda ser habitado por el Espíritu Santo. Es ungido a continuación con el Oleo de los catecúmenos, consagrado por el Obispo en la Misa Crismal (Huelva – Martes Santo) anterior. Esta unción se hace en el pecho, es conveniente, si el bautizado es un bebé, que tenga la ropa suficientemente floja. 
Bendición del agua. La materia propia del Bautismo es el agua simple, signo de vida y fecundidad. El sacerdote bendice y toca el agua invocando al Espíritu Santo para que descienda sobre ella de modo que los bautizados "nazcan del agua y del Espíritu" (Jn.3,5)
Profesión de Fe. El Bautismo no solo significa renunciar al pecado y a Satanás, sino que es opción por la Fe Católica. Es por ello que con diferentes fórmulas, el catecúmeno (o los padres y padrinos en caso de un infante) son invitados a declarar su adhesión decidida a las verdades de nuestra Fe. Decir " Si renuncio a Satanás y si creo en Cristo el Señor" es todo un compromiso que tal vez exija un cambio en nuestras vidas. ¡No debemos decir palabras tan importantes frívolamente! 
 
Rito del Bautismo. Llegado el momento, en la Iglesia de rito latino, el sacerdote derrama agua bautismal en la cabeza del niño, pronunciando la fórmula sacramental: "N., yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo"
La Unción con el Santo Crisma, óleo perfumado y consagrado por el obispo, significa el don del Espíritu Santo. Ha llegado a ser un cristiano, es decir "ungido" por el Espíritu Santo, incorporado a Cristo y por lo tanto, como El, constituido sacerdote, profeta y rey. ¡Esa es la excelsa dignidad del cristiano! La vestidura blanca que se impone al recién bautizado simboliza que "se ha revestido de Cristo" (Gál. 3,27) y que ha resucitado con El. Es figura de la Gracia Santificante, de la pureza del alma, libre ahora de todo pecado. 
 
La luz de Cristo. Del cirio Pascual, el bautizado o sus padres o padrinos, reciben la Luz del Mundo, simbolizando que Cristo ha iluminado al nuevo cristiano. Al mismo tiempo simboliza que los cristianos debemos ser la Luz del mundo, como Cristo nos dijo: Grave responsabilidad de padres y padrinos es proteger y alimentar la Fe del bautizado de modo que su luz nunca se apague. 
 
Padre Nuestro. Ahora el bautizado es ya cristiano, es hermano de Cristo en la Gracia e hijo del Padre Eterno. Puede ya decir la oración de los hijos de Dios.
Bendición final. para que nuestra tarea sea efectiva y demos fruto abundante, para que seamos bendición para los demás.
Una duda lingüística: bautismo y bautizo.
bautizo
1. m. Acción de bautizar.
2. m. Fiesta con que esta se solemniza.
bautismo
1. m. Primero de los sacramentos del cristianismo, con el cual se da el ser de gracia y el carácter cristiano.
2. m. En diversas religiones, rito de purificación.
Bautizo es la acción o la fiesta.
Bautismo es el término eclesiástico o religioso del rito.


El nombre del Cristiano:

Conocer a nuestro Santo Patrono y festejar su día es parte de nuestra vida cristiana.


Lugar de celebración del bautismo:

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